La habitación era muy cómoda y amplia, y disfruté de la vista hermosa desde la terraza. Sin embargo, el ruido de los coches en el callejón fue un poco molesto y la ubicación en la cima de una colina puede ser un desafío para algunos. A pesar de esto, la experiencia fue bastante agradable.

La habitación era amplísima y la cama increíblemente cómoda.

Lo siento mucho, pero la ubicación en la cima de una colina realmente presenta un desafío, especialmente si tienes problemas de movilidad. Además, el ruido de los coches en el callejón hizo difícil descansar. Ten en cuenta que el estacionamiento no está cerca, y es necesario caminar hasta una distancia considerable para dejar el auto.

jardín tranquilo, habitación amplia, terraza con vista al pipila

La ubicación en la cima de una colina es un verdadero desafío si tienes problemas de movilidad!!! Además, el ruido de los autos en el callejón es inaguantable, dificultando el descanso. No hay estacionamiento cercano, lo que es un gran inconveniente.

La terraza con vista al pipila.

me quedé en Casa Azul por 4 noches y debo decir que la ubicación en la cima de una colina es un verdadero desafío, además, el ruido de los autos en el callejón es insoportable. esperaba un upgrade que no llegó. casi les dejo una buena reseña, pero no pude, qué decepción.

La terraza ofrece vistas increibles de Guanajuato. La habitación daba un poco de ruido.

una experiencia llena de calidez y un trato excepcional en casa azul donde el arte y la historia se entrelazan

Estar en Casa Azul fue simplemente maravilloso. La habitación era amplísima y la cama increíblemente cómoda. La terraza ofrecía vistas que robaban el aliento, y cada mañana era un sueño tomar café mientras disfrutábamos del paisaje. Paulina, nuestra anfitriona, te hacía sentir como en casa, siempre atenta y dispuesta a ayudar. Sin duda, una experiencia única que va más allá de lo que esperas.

La habitación fue hermosa y acogedora. Sin embargo, el Wi-Fi en áreas públicas no funcionaba bien.

Recomiendo para quienes buscan encanto

Nuestra estadía fue simplemente increíble. La habitación era espaciosa y la cama, extraordinariamente cómoda. Cada mañana disfrutábamos del café en la terraza mientras admirábamos la vista mágica de la ciudad. Paulina, la anfitriona, siempre estuvó atenta a todos los detalles, incluso nos proporcionó un balde para racionar el agua mientras se calentaba. Realmente aprecié la atención al detalle que mostró y se notaba su dedicación por brindar un servicio excepcional.

No fue barato, pero lo que te ofrecen compensa muy bien el costo.

La habitación fue maravillosa, con muebles coloniales que le daban un toque especial. El jardín era muy tranquilo, y la atención de Paulina siempre fue impecable, nos hizo sentir como en casa.

Las calles para llegar son empinadas.

Nos aventuramos a probar la pizza más refinada en Truco 7, y fue un verdadero manjar! Además, la atención de Paulina fue siempre con una sonrisa, haciéndonos sentir como en casa. La vista desde la terraza hacia el Pípila es solo una delicia.

Lo único que podría criticar es que hay que estar preparado para las calles empinadas y el ruido de los coches en el callejón. Quien tenga problemas de movilidad deberá considerar esto, pero a nosotros nos valió la pena cada escalón por lo pintoresco del lugar.

El entorno de Casa Azul es encantador, lleno de plantas y arte que le dan un toque especial. Paulina, la anfitriona, es excepcional en su atención y cuidado. La ubicación es muy conveniente, a pocos minutos del centro, aunque se debe estar preparado para subir algunas colinas al regresar.